martes, 16 de noviembre de 2010

El Animero en Sincé

Por: Delgis Castillo Núñez.

Hablar de el Animero es adentrarse en una de las creencias mas arraigadas que tiene el pueblo sinceano, pero ¿Qué fue el Animero? Una leyenda? Un mito? Una creencia? Una fantasia?.





El Animero era para los sinceanos de ese entonces algo que infundía respeto, y digo de ese entonces porque nos estamos remontando al Sincé en la década de 1940 cuando el Animero hizo sus primeras apariciones, transcurría noviembre de 1942 parece ser que el señor José Ucros Ramírez (QEPD), había ofrecido una manda a las animas del purgatorio y debía pagárselas, ocurriéndosele la idea de que si le pedía oración a los habitantes del pueblo era mejor paga do el ofrecimiento. Este pueblo cuando eran las nueve de la noche era lo que se dice hoy en día un pueblo fantasma, todos sus habitantes ya estaban dormidos porque no había luz eléctrica y ninguna clase de diversión, como era víspera del día de los difuntos la tranquilidad del pueblo solo era interrumpida por el lamento triste del doblar de las campanas que lo hacían durante 24 horas comenzando el 1 de noviembre a las 6 de la tarde hasta la 6 PM del día 2, de pronto en una esquina de lo que es hoy el parque Simón Bolívar, mas exactamente en donde esta la casa de la Familia Acosta Huerta a las 10 PM se escucho un quejido como si brotara de dentro de la tierra pidiendo se rece un Padre Nuestro por las benditas ánimas del purgatorio, quienes que recuerdan todavía esa primera vez del Animero dicen que fueron muchos los que se metieron debajo de sus camas porque no sabían que era eso, pensaban que era algo del mas allá ya fuera enviado de Dios o enviado del demonio.


Para el año siguiente cuando vuelve a aparecer el Animero ya hubo osados que se levantaron para saber que les perturbaba el sueño, otros cobardes solo hicieron por las rendijas de las puertas o las ventanas, hay que saber que la voz de ultratumba que se escucha con el Animero se debe a que la persona que lo realizaba metía su cabeza en una olla de barro o múcura y de allí sale ese sonido.
En algunas partes de Colombia todavía existe esa tradición de la salida del Animero pero muy diferente a la de este pueblo y también se le da otros nombres, se tiene conocimiento que en Santa Rosa de Osos el Animero hace su aparición a plena luz del día pidiendo colaboración puerta.

El Animero en este municipio desapareció por 15 años, en el año 1957 el primer lunes del mes de noviembre a las 9 de la noche donde solo se escuchaba el tan tan tan triste de las campanas de la Iglesia se vuelve a oír el lamento quejumbroso del Animero de la época, ya el pueblo ha crecido mas y sus gentes son mas animosas y el Animero decide cambiar hasta sus vestimentas el y sus acompañantes van vestidos de blanco semejando a las animas del purgatorio, ese lamento triste que se escuchó por primera vez en el año 1942 no causa ahora tanto temor y las personas mayores que lo escuchan se levantan a rezar lo pedido por el Animero, solo los niños se levantan de sus camas para correr a encostillarseles a los papás porque son los únicos que tienen miedo.
Durante 5 años todo los lunes del mes de noviembre se repetía lo mismo y la tristeza de las campanas el primero y por las noche si el día dos caía lunes se oía la petición del Animero o se esperaría a que llegara el primer lunes de noviembre para salir otra vez el Animero.
Quienes hoy lo recuerdan se lamentan la perdida de esa tradición porque tanto quien hacia las veces de Animero como sus acompañantes se preparaban anímicamente para entrar a las 9 de la noche al cementerio, recorrer las calles sin mirar hacia atrás aunque se escuchara el ruido mas estruendoso a las espaldas y regresar las 12 de la noche a ese mismo lugar, pues se tenia la creencia que las animas marchaban en procesión después del Animero y tan arraigada fue esa creencia que una señora de un barrio conocido como Boca del Diablo decía haber visto esa procesión, después se comenzó a especular cuando se rego en la comunidad que otra señora de diferente sector al oír el llamado del Animero se asomo por la ventana y una de las personas que iba en la procesión se le acerco y le dio una vela encendida, la señora la apago, y al día siguiente cuando necesito una vela porque el pueblo carecía de luz encontró en ese mismo lugar donde había colocado la vela un hueso de difunto.

Existe un planta que se llama Taspin si se llega a oler en vida y su olor es repúgnate se dice que cuando se es anima esa misma planta tendrá un olor agradable o si en vida te agrada su aroma cuando eres difunto su olor te repugna, no nos olvidemos que estamos en el Sincé de 1960 y eran muy ingenuos los habitantes, verdad o no al Animero de 1961 le toco recurrir a los baños con esa planta. 

Ese año cuando ya habían trascurrido 3 lunes de noviembre y andaba el Animero en su recorrido habitual sintió como si alguien le hubiese soplado en su hombro pensando que era alguno de sus acompañantes miro hacia atrás, narrado por el mismo personaje-Animero dice que comenzó a oír un ruido muy grande como si hubiera sido un enjambre de abejas alborotadas y un frio inmenso se apodero de él hasta sentir que sus huesos se congelaban y de allí no supo mas porque perdió el conocimiento, llevado a su casa ese frio se transformo en unas fiebres altas y constantes acompañadas de dolor de cabeza, realidad o ficción solo sentía alivio cuando el reverendo Efraín García Escudero párroco de este municipio para la época venia a su casa día de por medio a rezarlo y bañarlo con agua de Taspin para que las animas lo dejaran en paz. Permaneció encerrado por unos 3 meses donde solo lo veían sus familiares mas cercanos y el sacerdote, hasta esa fecha se tuvo Animero, porque nadie mas se le quiso a esa tradición, por miedo a que le sucediera lo mismo que le paso a Anselmo Castillo Núñez, el ultimo Animero en Sincé del que se tenga conocimiento.

1 comentario:

  1. Vaya personaje!. Loa dos articulos sobre el animero son muy buenos.Leyendo estas historias, mitad real mitad fantasia, tal vez el realismo magico d nuestro nobel d literatura proceda más de las llamadas viejas sabanas de Bolivar , de donde era su padre Gabriel Eligio, y su abuela paterna la "niña Gime" , que de la desertica Guajira de donde procedían sus abuelos maternos, el coronel Nicolas Marquez y su abuela Tranquilina.
    Bien por los sinceanos
    Omar C.

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