martes, 16 de noviembre de 2010

Clausura de la Semana de la Sinceanidad 1984

(Palabras pronunciadas por Omar Castillo Nuñez, secretario de la Junta Municipal de Cultura de Sincé, en la clausura de la primera semana de la sinceanidad, celebrada entre el 10-16 de diciembre de 1984.

(Fiel copia del manuscrito del autor).

Como secretario de la junta municipal de cultura, quiero expresar al final de la clausura de la semana de la sinceanidad, algunas consideraciones en torno a la Junta en sÍ, un intento de evaluación de toda esta actividad, y hacer un reconocimiento a nuestro invitado especial, Antonio Hernández Gamarra, presidente de la FEN.

1. Hacia el rescate y promoción de nuestros valores

En primer lugar, la Junta se reafirma en todo lo que hasta el presente hemos planteado. En forma breve: partimos de reconocer la presencia destacada de los sinceanos en todos los campos de la vida social: el arte y la cultura, la política, la economía, etc. Sin embargo, han sido muy escasos los esfuerzos hechos por propagar, por popularizar la fecunda producción artística, cultural y científica de todos estos hombres nuestros, cuyos nombres hemos tratado de hacer familiar a lo largo de esta semana que hoy culmina. Por el contrario, casi que los hemos mantenido en el olvido y en el ostracismo. Segundo, nos reafirmamos en lo expresado el miércoles: los sinceanos de la generación de los años 50’s hacia acá estamos en deuda con nuestros antepasados por cuanto, a excepción de muy pocos, la mayoría hemos perdido el hilo histórico, hemos perdido la continuidad de sus ideales y ello nos ha conducido - tenemos que reconocerlo- a perder también un poco de nuestra propia identidad.

Fue sobre la base de este reconocimiento que se conformó la Junta Municipal de Cultura: con el objetivo central de trabajar por el rescate y la promoción de nuestros valores culturales. Y no comportamos posiciones arrogantes, ni ostentosas, mucho menos chauvinistas. Pero si creemos que como entidad organizada somos los primeros en asumir conscientemente el compromiso y la responsabilidad histórica de trabajar por ello. Porque - y ya hemos hecho público reconocimiento de ello-, no nos abrogamos la originalidad de esa idea. Somos en el fondo la continuidad de los esfuerzos individuales que en el pasado más reciente hicieron gentes como Anselmo Castillo Nuñez, hoy desaparecido, pero cuyo recuerdo se clavó en el corazón de este pueblo para siempre; de Luis Manuel Espinosa, quien nos acompaña, para orgullo nuestro; y del padre Adalberto Sierra Severiche, quien desafortunadamente no pudo estar con nosotros esta noche.

Ha sido sobre los hombros de estos gigantes que concebimos y hemos realizado esta primera semana de la sinceanidad. Sus resultados, sin duda, son satisfactorios. Empieza a forjarse en las gentes la conciencia de lo que somos, de lo que hemos sido capaces de producir, y una fe recóndita de que el porvenir se muestra brillante. Por aquí pasaron, y deben estar grabados en la memoria de quienes asistieron a todos estos actos los nombres de Adolfo Mejía, Carlos H. Pareja, Gabriel Eligio García, Pedro J. Romero, Demetrio Muñoz Arrieta, Alfonso Romero, Rubén Darío Arrieta, Silvano Castillo, Adolfo Mejía, Marcial Martínez, , Homero Solá, para solo nombrar unos cuantos idos; y empiezan a surgir otros que aún permanecen en el anonimato. Por aquí pasó la poesía exquisita de nuestros poetas, el canto de los decimeros, el canto de vaquería, y la zafra de nuestros campesinos, el mamagallismo alrededor de la mesa de dominó, y obviamente esa banda de mil sonidos de Tedmo galón. Todas cosas muy nuestras. Y allí queda, como un aporte de la Junta a las autoridades municipales, el documento Bases para un diagnostico de la problemática municipal, presentado en el dialogo municipal del lunes en el club de leones.

2. La clave del éxito

El éxito anotado por la Junta en la celebración de la semana de sinceanidad es el producto de la conjugación de dos factores:1) la política de puertas abiertas para la formación y el desarrollo de la misma, y 2) el haber sabido combinar magistralmente la experiencia, la mesura y la ponderación de gentes como Santander Lara, Doña Juana Navarro, Luis Eduardo Ramos, Marlene Nuñez, Betty López, Humberto Doria, Enrique Ucrós, y Evaristo Acosta, con la enjundia y la pasión juvenil de Armando Pineda, Gustavo Dominguez, Jesús de la Ossa, Alvaro Romero, Antonio Ramirez, Felipe Angulo, Juan Nuñez, Hugo Kleber, Adolfo Iriarte, Diana Ramon y Cidia Cuello.

Sin embargo, la realización de la semana no hubiera sido posible de no haber contado con el apoyo decidido y permanente de las autoridades municipales encabezadas por el señor alcalde, Enrique Acosta Huertas; la personera, Doña Enith Meneses; el auditor, Rafael Merlano; y el tesorero municipal, Luis Navarro.
Tampoco hubiese sido posible si a nuestro favor no hubiese estado la acción eficaz, la colaboración desinteresada y la veteranía en materia organizativa de nuestros queridos amigos del Club deportivo y social El Trébol.
Pero indudablemente el éxito de la Semana tiene un dueño propio: ustedes, la comunidad sinceana, que asistió, sintió y participó de estos actos ¡qué lindo comportamiento! , ¡cuánta compostura!, y ¡cuánta paciencia para no desesperarse por los errores internos nuestros y las provocaciones que nunca faltan!. Sin dudas, es la demostración más clara y fehaciente que no sólo somos tenemos fortaleza moral, sino también cultural.
3. La institucionalización de la semana de la sinceanidad.
Queremos que no haya dubitaciones sobre esta afirmación última. Tenemos potencia cultural. La semana ha propiciado un reencuentro con todo lo nuestro, con todo, lo que nos pertenece y ello nos obliga, nos plantea el reto desde ahora a toda la Junta y a todos los sinceanos para darle continuidad en el tiempo a la celebración de la semana de la sinceanidad, a la institucionalización de ella, que en 1985, debe coincidir con la fecha del aniversario de la refundación del municipio.
4. Una mención obligatoria.

Por último, difícilmente podremos pasar por alto, en cualquier sitio donde se encuentre, la presencia de un sinceano, un valor humano nuestro, contemporáneo, orgulloso de su tierra, un personaje de dimensión nacional, destacado economista, para orgullo de quienes hemos abrazado el estudio de esta disciplina científica. Me refiero al Doctor Antonio Hernández Gamarra, actual presidente de la Financiera Eléctrica Nacional, y hoy presente con nosotros como invitado especial.

Antonio Hernández es una autoridad en asuntos monetarios, con reputación y prestigio académico, y un servidor público eficiente y probo. Y está aquí porque debe ser un referente a seguir por las nuevas generaciones. Obviamente, nunca será fácil emularlo para escalar las alturas de las montañas que este hombre ha logrado: se necesita tener el vuelo del águila, estar dotado de la capacidad intelectual, de la disciplina, y de rigor científico por el estudio y la solución de los problemas; será necesario, en fin, entrar, pasar, y asimilar la escuela de pensamiento que este hombre representa.

Gracias.


DISCURSO DEL DOCTOR ANTONIO HERNANDEZ GAMARRA

(Copia fiel del discurso de clausura de la I Semana de la Sinceanidad, pronunciado por el Doctor Antonio Hernández Gamarra)

Me encuentro aquí traído de una mano por la nostalgia y asido de la otra por la esperanza. Y que confusión de sentimientos y qué cantidad de vitales emociones.

La esperanza me acompaña porque es muy grato saber que durante toda una semana hemos hecho el esfuerzo de encontrarnos con lo nuestro, de recordar lo nuestro, de alabar lo nuestro. Con nuestros cuentos, con nuestras décimas, con nuestras aficiones, con nuestra música, con nuestra poesía. Pero además, estos encuentros son esperanzadores porque significa que abandonamos la indolencia respecto de nuestros valores culturales y por ello mismo y desde ese instante nos sentimos solidarios e identificados en lo colectivo.

Y, eso sí que nos hace falta. Sí que nos hace falta decir que somos notros mismos, que queriéndonos asimilar al mundo, a su cultura y a su progreso, tenemos lo nuestro que es bello y que es auténtico. Sí que nos hace falta luchar colectivamente por la solución de nuestras apremiantes necesidades. Como decíamos al dirigirnos al Foro de Profesionales de Sincé residentes en Bogotá, si que nos hace falta el que no contemos con una política vial, si que no hace falta que no tengamos una política hospitalaria y de salud, si que carezcamos de una política recreacional y cultural. Sí que nos hace falta esas políticas y cuando no ha sobrado en veces el egoísmo.
Afortunadamente, parecemos despertar del sueño de la indiferencia por los problemas colectivos y emociona e hincha el espíritu de civismo el saber que aquí en Sincé existen gentes preocupadas por esos problemas, divulgando su existencia y trabajando denodada y desprevenidamente por su solución; al igual que lo están haciendo quienes conforman la Asociación Cívica de Sinceanos residentes en Bogotá.

Por todo ello acepté complacido, honrado y gustoso acompañarlos así fuera unas horas durante esta semana y por eso también acepte dirigirme a ustedes atendiendo la muy amable invitación que me hiciera la Junta Directiva organizadora de la Semana de la Sinceanidad, cuyo ejemplo y entusiasmo merecen nuestra perenne gratitud.

Pero además he sabido que no solo los valores culturales en abstracto han sido rescatado sino y quizá más importante los hombres que lo hicieron posible. Y esto sí que era una urgencia. Porque parte esencial de los que debemos resaltar son precisamente tantos y tan notables valores humanos que deben sernos guía y ejemplo. Porque si nos dicen poetas, nosotros diríamos Simón Latino. Porque si alguien nos habla de estadistas, nosotros podríamos señalar a Alfonso Romero Aguirre. Porque si alguien menciona, mandatarios, diríamos Demetrio Muñoz. Porque si alguien menciona educadores, uno aquí en Sincé podría decir Lisandro Ulloa, Pedro Espinosa, Germán Herrera. Si nos hablan del arte de la garrocha, uno aquí en Sincé podría decir Manuelito Rodríguez. Si nos dicen de la música, aquí en Sincé diríamos Adolfo Mejía y sí de letras, podríamos hablar de Gabriel el nuestro. Pero si acaso se habla de Medicina y de Filantropía, aquí decimos Luis María Merlano. He hecho ésta lista a riesgo de ser injusto y sólo hemos mencionado a los que ya se han ido, pero cada uno de ustedes ayúdenme, en los más profundo de su corazón a agrandarla para que exaltemos nuestros valores, nuestras gentes. Para que sus nombres lleven el nombre de algunas de las cosas que hagamos, para que honrándolos, seamos fieles a su ejemplo. Pero antes dije que me había traído la nostalgia. Porque yo me siento profundamente orgulloso de decir que nací, que estudié aquí y soy parte de aquí. Porque mis sueños y mis esfuerzos los alimentan las primeras letras que me enseñó la Niña Sofi, la aritmética y tantas cosas que me inculcó Luis Gabriel Mesa y los primeros versos leídos en una vieja gramática de Bruño, siguiendo el alma sensitiva de Anselmo Castillo. Pero además con algunos de ustedes. Intentemos en nuestro tiempo y a nuestra forma crear expresiones de solidaridad colectiva. Me acuerdo ahora de la Brigada Cívica Juvenil, de sus recitales, de sus recitales poéticos y del montaje de sus dramas.

Pero esos recuerdos, por gratos que sea, no pueden enturbiar lo evidente; lo de ésta semana ha sido más nuestros, más auténtico, más profundo, más expresivamente popular.
Y si me he tomado la libertad de mi y ese episodio que hicimos con tan buenos y tan grandes amigos es porque para mí constituye una satisfacción profunda que después de tantos años, la vida me haya regalado la fortuna de ser el testigo del progreso y los logros que hemos alcanzado. Al felicitar a todos y cada uno de los miembros de la Junta Municipal de Cultura, al agradecerles su entusiasmo, su dedicación y su iniciativa, al expresarle a todas aquellas personal que con su aporte intelectual y material contribuyeron a lo que aquí en esta plaza se ha vivido ésta semana, permítanme que para clausurar éste acto solo diga que si en todos nuestros actos adoptamos actitudes como la de éstos días, la vida sería más promisoria, la lucha menos dura y la hermandad más duradera.
Gracias.

1 comentario:

  1. Ese es sin duda el papel original con las palabras de clausura que pronunció Antonio Hernandez Gamarra en el cierre de la primera semana de la sinceanidad celebrada del 10 al 16 de diciembre de 1984. Pero la persona de la foto que lee un papel no es Antonio, sino Santander Lara, presidente de la Junta para la epoca. Las cuatro personas del fondo son en orden de izquierda a derecha: Antonio Hernandez Gamarra, Omar Castillo N, Enrique Acosta H-(qepd), y el poeta Miguel Iriarte
    Omar C.

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