domingo, 31 de agosto de 2008

ADIÓS AL PALO E’ TAMARINDO

Por: Evaristo Acosta Huertas
Fotos:
Raúl Romero Severiche

Cansado, fastidiado, menospreciado, olvidado y enfermo por demás, en la noche del 29 de agosto después de haber entrado la procesión con la réplica de la natividad de maría en que asisten los niños de la población y de haber caído un torrencial aguacero que comenzó a las 6:30 de la tarde con tormentas eléctricas y apagón de luz que se prolongó por toda la noche, con uno que otro testigo trasnochador se fueron al suelo 78 años de Historia, de cultura con la caída del viejo tamarindo que había sido sembrado el 17 de dic. de 1930.

El hecho que conmovió a todos solo vino a conocerse en la madrugada del día 30 cuando la gente se disponía a asistir a la procesión del Rosario de Aurora con el que se da inicio a las fiestas que se celebran en Sincé en honor a la Natividad de María o Virgen del Socorro, patrona del pueblo.

A las 12 del Día, cuando en la puerta de la Iglesia la banda 8 de Septiembre interpretaba ritmos religiosos, quema de recamara y repique de campanas anunciaban el novenario; los señores: Julio Arrieta Ibáñez y Pedro Monterrosa, con una moto-sierra marca STILL comenzaban la misión de desmembrar el árbol que yacía entre dos velas encendidas, y a las 12:30 se hizo presente un tractor que arrastraba un largo y ancho zorro, se encargó de transportar el tronco y las ramas del viejo tamarindo hacia el barrio La Ceja en donde este antes de ser convertido en cenizas cumplirá una nueva misión: Proporcionar candela en los fogones para que la gente cocine sus alimentos.

Valga este epitafio:

“Vivió para servir y sirvió después de morir”.


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